El viaje de Emerie hacia la audición – Por Kaylin Krabbe
El 7 de febrero de 2024 nació nuestra bebé, Emerie. Ese mismo día nos enteramos de que no pasó la prueba de audición. Hicieron la prueba dos veces más, pero también falló. Nos dijeron que era solo un fluido y que no nos preocupáramos por eso, así que continuamos con nuestro día y no pensamos mucho en ello.
Cuatro semanas después volvimos otra vez y ella no pasó la prueba, así que continuamos. A medida que pasaban los meses, notamos que no respondía a los sonidos. Cuando los perros ladraban, ella no reaccionaba. Le preguntamos a su médico, pero él seguía diciendo que era líquido, aunque nunca lo revisaron. Esto continuó así por un tiempo. Finalmente, en enero de 2025, otro médico creyó en nuestras preocupaciones y nos envió a obtener un eco (Emisión otoacústica [EOA]).
El 27 de enero de 2025, descubrimos que Emerie tenía una pérdida auditiva de severa a profunda. Me alegré de saber lo que ella tenía, pero me entristeció que nunca nos escuchara decir "Te amo". El 18 de febrero de 2025 fue el día en que le conseguimos sus audífonos. No salió bien. Había pasado un año entero sin oír, así que al oír en un día, quedó abrumada. Después de eso, honestamente pensé que no íbamos a tener ningún desafío y que eso resolvería el problema. ¡Estaba muy equivocada! Conseguir que use los audífonos y que comprenda y escuche ha sido una batalla.
En abril de 2025, los médicos nos dijeron que prácticamente necesitaría un implante coclear debido a su pérdida auditiva y que no respondía bien a los audífonos. Comenzamos a pedirle a Dios que le abriera los oídos para oír y escuchar.
El 3 de junio tuvimos otra sesión de terapia. Ese fue el día en que ella escuchó tonos bajos por primera vez en su vida (¡vaya un momento divino!). Continuaban diciendo que ella no podría escuchar tonos bajos incluso con los audífonos. El 9 de junio tuvimos otra prueba de audición y por primera vez escuchó un rango normal (con los audífonos puestos) ¡y todos quedamos sorprendidos!
Aunque todavía estamos pensando en los implantes cocleares (si debemos tomar esa vía o no), en este momento estamos felices y ella es realmente una bendición. Todavía tenemos días buenos y días malos en cuanto a su audición, muchas risas y algunas crisis, terapia y mucho trabajo duro, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Este año ha sido muy gratificante y, al mismo, tiempo muy desafiante. Emerie nos ha enseñado que hay que calmarse y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Dios verdaderamente nos ha bendecido con un don que llamamos Emerie. Ella es perfecta tal como es.
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