Una foto de un niño abrazando a un adulto. Una cita de la historia se encuentra al final. El mapa de Illinois con una región resaltada en azul está a la derecha.

Nuestro pediatra me advirtió que los "terribles dos" empiezan a los 18 meses. Para lo que no estaba preparada era para el hecho de que el comportamiento de nuestro niño en adopción temporal fuera mucho más allá de lo que se podría considerar arrebatos normales.

Como madre adoptiva temporal primeriza y madre en general, una vez que nuestro hijo adoptivo cumplió 18 meses, cada día parecía una lucha. Hacer que entrara y saliera del automóvil podía tomar hasta 15 minutos. Vomitaba violentamente cuando estaba estresado o molesto. Los problemas de fuga ocasionaron que tuviéramos temor incluso de llevarlo al supermercado a comprar leche.

Me comuniqué con Child & Family Connections - Intervención Temprana y me enteré de que estábamos experimentando mucho más que un caso de los terribles dos años. Inmediatamente nos ayudaron a conseguir terapeutas ocupacionales, del habla y conductuales para ayudarnos como familia a sanar y crecer. Nos derivaron a un pediatra conductual que nos explicó que nuestro hijo adoptivo presentaba los síntomas clásicos del TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) característicos de un niño expuesto a drogas intrauterinas.

Con la comprensión viene el conocimiento y la capacidad para superar y prosperar. Nos estamos adentrando en el cuarto año y todavía estamos aprendiendo cada día. Con todo lo que estamos aprendiendo, ¡vamos por buen camino para que pueda prosperar a los 5 años!

Previous
Previous

Escasez de intervención temprana – Por Anónimo

Next
Next

Madre de Acogida de un niño con Retraso en el Desarrollo y lo que la Intervención Temprana Puede Lograr– Por Jessica Koker