Una foto de dos adultos y dos niños en un campo. Una cita de la historia se encuentra al final. El mapa de Illinois con una región resaltada en azul está a la derecha.

Encontrar cuidado infantil confiable en el Valle de Illinois parece ser una tarea imposible para los padres que trabajan, y no debería ser así. Cuando nació nuestro segundo hijo, nos invadió el miedo y la frustración: ¿cómo nos las arreglaríamos sin cuidado infantil de confianza? Recuerdo que pasaron por mi mente de manera frenética distintos escenarios y traté de crear un plan para que alguien pudiera cuidarlo. 
   
Pasé horas llamando a proveedores de cuidado a domicilio, solo para que me dijeran que ya tenían todo reservado y que las listas de espera se extendían por un año. Estaba exhausta, no sólo físicamente sino mentalmente. Llegó un momento en el que estuve a punto de rendirme, quedarme en casa y buscar algo por mi cuenta. Luego, tuve un poco de suerte: una ex cuidadora de confianza me llamó y me dijo que podía hacerse cargo. Esa llamada telefónica le quitó un peso de encima a nuestra familia. 
   
Todavía nos cuesta coordinarnos y adaptarnos en algunos días libres, pero lo hacemos juntos. Esto es lo que significa el trabajo en equipo. Afortunadamente, estoy rodeada de gente que contribuye: dos maravillosas suegras, mi hermana y amigos cuya generosidad mantiene a nuestra familia en marcha. 
   
Con su ayuda, el caos se vuelve más llevadero. La culpa por las reuniones de trabajo perdidas se reduce. El pánico por los teléfonos que no dan respuesta y las listas de espera imposibles disminuye. Porque tengo a gente que me ayuda y eso importa.  

Creo que debemos ofrecer a las familias más recursos desde el principio, cuando empiezan a construir sus vidas con hijos, para que sepan que habrá cuidado infantil disponible si necesitan volver a trabajar y conozcan las redes de apoyo que existen para acompañarlos en la crianza de los hijos. 

Este capítulo de la vida es increíblemente vulnerable. Lo que hace la diferencia es la conexión. Saber que no estás solo y encontrar a otras personas que están aprendiendo y teniendo dificultades como tú, esas experiencias compartidas crean vínculos que perduran y hacen que los desafíos parezcan más ligeros. 

Nadie debería tener que afrontar la paternidad temprana de forma aislada.  

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